
Beber un aperitivo para abrir el apetito es una práctica humana desde hace siglos y los estudios modernos confirman que el alcohol favorece el hambre. Ahora un grupo de científicos han descubierto, en ratones, el motivo: el alcohol activa las mismas neuronas que normalmente estimulan el hambre.
Beber alcohol se asocia al consumo excesivo de comida, pero las causas subyacentes no están claras pues esa sustancia tiene muchas calorías y la ingesta...