
Niños, jóvenes y adultos disfrutaron distintas actividades, también bailaron al
sonar de los tambores en el festival de atabales que se realiza cada año.
La gente
de la comunidad se reía de ella, sin embargo, Julia Petronila vivía para si,
semanas anteriores se escuchaban las criticas de cómo ella danzaba al repiquetear
de los tambores.
Con una
sonrisa decía a boca llena, solo son dos días al año,...