viernes, 7 de agosto de 2015

Una niña de 10 años en los Mundiales de natación

Tan solo tiene 10 años y ya ha vivido su día de gloria en los Mundiales de Natación, donde ha competido en los 50 mariposa y se ha convertido, sin duda, en la estrella mediática de la jornada.


Alzain Tareq tardó 41.13 segundos en cubrir la distancia, 15.70 segundos más que la sueca Sara Sjöstrom, que marcó el mejor tiempo, pero la niña no estaba aquí para ganar.

Enfundada en su bañador de dos tonalidades azul, gorro negro que escondía un moñete y gafas de nadar rosas. A las 9:54 allí estaba, subida en el poyete de la calle 2. Miró a su izquierda donde estaba Sonia Aktar (Bangladesh), levantó la vista y se concentró en la carrera.
En la primera serie también competía con Rita Zeqiri (Kosovo) con la etíope Rahel Fseha Gebresilassie y con Ángel de Jesús, de las Islas Marianas del norte. Ganó la kosovar, pero el resultado es lo que menos importaba.
En cuanto Tareq salió de la piscina y levantó la vista, ya vio lo que iba a ocurrir. Todas las televisiones mundiales que tienen los derechos de este Mundial la querían entrevistas, las que no los tienen, también. Cuatro agencias internacionales guardaban cola, los medios escritos se impacientaban y las emisoras de radio esperaban su turno.

Tareq, acompañada por un entrenador que grababa todas y cada una de las entrevistas que le hacían, respondía siempre con una sonrisa. Pasaban los minutos, la niña tenía frío y se enfundó en una toalla de la organización, mientras nerviosa bajaba la mirada y jugaba con sus chanclas, unas desgastadas con la suela color rosa y las tiras amarillas.